Hoy la sesión ha comenzado como siempre con los ojos cerrados y concentrados en nuestra respiración. Sin embargo se nos ha pedido que dejemos una mano abierta sobre la mesa.
Se nos ha indicado que algo se nos pondrá en la mano pero no debíamos ni mirarlo ni tocarlo. Solo podremos saberlo tras escuchar el toque del triángulo indicando que abramos los ojos. Será en ese momento cuando veamos ese objeto y será la primera vez en nuestra vida que lo veamos.
Durante ese periodo de tiempo el nivel de nerviosismo ha subido rápidamente en el aula. Sensaciones como a curiosidad, la precipitación, los prejuicios.... han llenado las cabezas de pensamientos poniéndose de manifiesto en la agitación y el nerviosismo que sus cuerpos mostraban.
Tras abrir los ojos las exclamaciones han sido muchas. Unos, han reaccionado con extrañeza; mientras otros con sorpresa, alegría, asco, decepción, indiferencia...
Algunos afirmaban que ya habían visto pasas anteriormente.
De hecho, seguro que tienen razón, pero lo que no han tenido en cuenta es que es esa pasa y no otra la que tienen en sus manos. Habrán visto otras muchas, pero nunca han visto la pasa que sostienen.
A ello hemos añadido otro aspecto a discutir. Algunos alumnos tienen una pasa, mientras que otros sostienen dos, tres o incluso cuatro pasas.
En este punto el debate es como la vida pone en tu camino sorpresas... Algunas veces no "pasa" nada, mientras que otras veces "pasan" muchos acontecimientos.
Por otra parte, puede ser que las situaciones que nos "pasan" sean agradables o no.
Aún así experimentemos todas las emociones que nos provocan sean de nuestro agrado o no porque a través de ellas aprenderemos mucho sobre nosotros mismos y sobre las demás personas que nos rodean.
Cuenco con pasas |